Son las 8 y media de la noche. La autopista está cortada a la altura del bajo flores. La monada tiene calor, le cortaron la luz y está enojada. El bondi da 300 vueltas por los barrios aledaños tratando de pegar una salida. El chofer, poco dado a los detalles, hace cajeta mal un auto en una esquina. Mal, mal. Tanto los pasajeros como los que están abajo le avisan pero le chupa un huevo. No para. Sigue pisteando. El del auto nos sigue como enajenado tocando bocina durante 50 cuadras. Quiere que el chofer pare para tomarle los datos pero la gente del bondi le insiste que no, que no pare, que el del auto se cague, que quieren llegar a casa y tienen calor. La monada saca el balero por la ventanilla y amenaza de muerte al del auto. Uno, incluso, le muestra al del auto una faca de carnicero tan larga como mi brazo.