Viernes. Hace dos semanas. Volvía tarde, tipo una de la madrugada. Estaba en Congreso. Cuarenta minutos de espera. Llega el 86. Medio vaciongo. Me siento de espaldas al chofer, mirando al resto del pasaje. La cosa estaba medio fresca así que me acurruco. Me duermo a los treinta segundos. Me despierto en Laferrere, me palpo, tengo todo. Genial, no me afanaron mientras roncaba. Me limpio la baba, me arreglo el pelito.