Ideas precarias

Posteado el

Viernes. Me dejaron salir del laburo apenas un rato después de llegar porque no hay luz ni agua en San Telmo. Lo que debería ser una fiesta se transforma en una tortura cuando al salir a la calle me golpea una pared de calor infernal. Tomo el colectivo. Me siento de casualidad del lado del sol. ¡Apenas subir a la autopista, pum!  embotellamiento. Un montón de infelices sin luz cortaron toda la mano rumbo a provincia porque quieren tener, sino una vida digna, al menos un ventilador Liliana prendido. Somos 70 almas encerradas en una lata sin aire acondicionado, al rayo del sol. Son las 2 de la tarde. No pasaron 20 minutos que ya nadie tiene agua, ni gaseosa, ni saliva. La única humedad posible es la transpiración y el recuerdo que los afortunados tengan de alguna noche lúbrica y jocosa.

Veranito

Posteado el

Los veranos son una cagada. Siempre la paso mal. Desde chico. Como siempre fui un antisocial o como se dice ahora, un pibe con dificultades para entablar vínculos, mis únicos contactos con el resto de la humanidad se basaban en la obligatoriedad de compartir 4 o 5 horas diarias con mis compañeros de escuela. Entonces, en las vacaciones de verano, cuando ellos ya no tenían por qué soportarme, no veía a nadie. Leía como un enajenado bajo el calor impiadoso de un sol desatado.