Hay quienes dicen que el canto libera al alma. Otros que si se reza cantando se reza dos veces. También se escucha por ahí que aquellos que cantan sanan las tensiones del cuerpo. Bueno, ¿saben qué? son unos jipis porque hace una semana que me cruzo con gente que canta en la parada del colectivo y arriba de él. Y lo hacen horrible, asquerosamente. Vos podés mover los labios con una canción que te conmueve, podés mover la patita, hacer que tocás la guitarra en el solo más complejo de la historia de la música cual guitar hero pasado de merca. Podés tocar la batería y el bongó símil ataque de epilepsia. Pero lo que no podés hacer es cantar como un poseso y torturar a los que te rodean porque o sos un pirado o un hijo de puta.

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Paseo Colón. 21 hs. Parada a oscuras. Piba joven, entre 20 y 25 años. No tiene auriculares ni escucha música. Canta canciones latinas de Julieta Venegas, la Ley y Ricky Martin. Su voz es como una gillette. Empieza a cantar bajito hasta que lentamente comienza a trepanar las membranas internas del oído. Los peor son los estribillos en los que desata todo su histrionismo y su caudal vocal. Debe pensar que es Adele. Pareciera que soy el único que lo nota. El resto se sumerge en sus asuntos. Arriba del bondi solo guarda silencio en Once, cuando suben unos tipos dados a la bebida que se entretienen diciendo sus nombres con erutos.

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En el 166 me crucé con uno que cantaba salmos. Su madre habría hecho bien en abortarlo.

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Pibe rolinga, con su novia rolinga y su hija rolinga escuchando a todo lo que da en su celular el último disco de los guasones. Estamos en el 96, Pontevedra Town- No man`s land Constitution. Ellos van sentados. Comienzan a cantar. Suenan horrible.

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En la parada del 236 en Morón la paso peor. Hace una hora y veinte que esperamos el colectivo. No estoy seguro de poder subir. La gente está violenta. Hay uno que canta cumbias y tira unos pasos. Se parece al Pepo. Un viejo que habla mitad castellano mitad guaraní dice que por ahí está feliz por algo.

¿Sabés qué? No compartas tu felicidad conmigo. Me chupa un huevo.