Aún no hace una semana que una adolescente fue asesinada al ir a buscar trabajo. Los medios de comunicación y un bloque importante de la población y de la opinión pública entiende que el hecho se encuadra dentro de la violencia de género. Se habla heteronormatividad, de falocentrismo, de patriarcado; entonces…¿Tenes que sacar la cabeza por la ventanilla y gritarle a una nena que pasa “te chupo la cooonccha mamaaaaá? ¿Comiste tan poco durante tu infancia que sos incapaz de detectar el kairós, el momento oportuno para expresar tu patética imbecilidad?

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Postales de clase 1

Ayer por la tarde suben al 86 (González Catán – La Boca / La Boca – González Catán) 3 antropoides pasados de vino. Hablaban a los gritos esa suerte de dialecto villero mezcla de entonación pseudocaribeña e idioma de 20 vocablos, una especie de indoeuropeo sin matices. La cosa es que los australipitecus afarencis hablaban a los gritos en variaciones de temas que iban del vino a la droga y de la cumbia a las putas. Y comencé a pensar acerca de cuándo la cultura de la villa comenzó a volverse una caricatura de si misma, un estereotipo que copia los prejuicios de la clase media más hija de puta y los actúa sin reapropiación alguna. Programas como “Policías en acción” y la cobertura pre y post partidos de futbol le han hecho mucho mal a la cultura popular.

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Postales de género 2

A unas cuadras de mi casa una vecina entrada en años y en carnes barría la vereda. Vestía un camisón azul traslúcido que dejaba que el sol le iluminara las partes. No es asunto mío, no debería importarme y nadie me preguntó pero en situaciones como esta me gustaría vivir en una megalópolis donde nadie conoce a nadie. No son esas imágenes que se borren fácilmente cuando uno se cruza a esa vecina en el almacén.

#hijosdeputadesubicadossonloquesobra
#hablabienpelotudo
#noquierovolveravertusgrasasnuncamas