El loco saca un parlante y se pone a predicar mientras rapea. Me lo veía venir porque desde que subí revisaba un nuevo testamento y lo memorizaba entre dientes. También porque tiene cara de haber estado una o dos temporadas en una granja. El tipo tiene cierto talento para la rima. No es Olga Orozco, claramente. Tampoco Jaques Prèvert. Le falta bagaje lexical pero nadie nace sabiendo. Lo que dice, en términos místico-religiosos, es de una inocencia voluntarista que a la larga siempre termina en cruzada genocida o irrelevancia desesperanzadora. Él flashea buenas vibras y el advenimiento de un mundo mejor, como todos los chotos del mundo, vamos a decirlo.